El Valenzuela F.S. comienza a tener dos caras
El desarrollo de las dos últimas jornadas del equipo de Valenzuela que juega la liga de fútbol-sala empieza a dejar medianamente claro una característica que no suele ser muy buena compañera de viaje, ya que si se trata de lograr una cierta identidad en el torneo de la regularidad, el hecho de presentar dos caras tan distintas supone un elemento de preocupación en el devenir de la competición.
Este comentario no sólo obedece a que nuevamente hubo un resultado negativo al enfrentarse con el líder Mengíbar (6-1) y otro positivo en el encuentro con la formación jiennense El Larguero F.S. (9-2), sino sobre todo porque los marcadores no reflejan en ninguno de los dos casos lo sucedido en la pista e iguamente porque se dan unas circunstancias en el transcurso de los partidos que demuestran que aún queda mucho trabajo por hacer para conformar un conjunto compacto.
Así, en la visita a los líderes se desplegó el mejor juego ofensivo de la temporada y sin embargo únicamente se obtuvo un gol, pero los postes y las ocasiones de superioridad no se convirtieron. En cambio, como anfitriones y pese a la goleada conseguida, se pasó por unos momentos de falta de ritmo y lentitud en la circulación de balón que de tener en frente a otro equipo más acertado, probablemente hubiese llevado la inquietud al grupo.
En definitiva, conviene centrarse en la finalización de las jugadas, mantener la intensidad e intentar eliminar esos altibajos durante muchos minutos, con lo cual se daría una sensación de más homogeneidad, algo para lo que se trabaja con vista al apretado calendario que se avecina en el festivo puente de la semana próxima.
Este comentario no sólo obedece a que nuevamente hubo un resultado negativo al enfrentarse con el líder Mengíbar (6-1) y otro positivo en el encuentro con la formación jiennense El Larguero F.S. (9-2), sino sobre todo porque los marcadores no reflejan en ninguno de los dos casos lo sucedido en la pista e iguamente porque se dan unas circunstancias en el transcurso de los partidos que demuestran que aún queda mucho trabajo por hacer para conformar un conjunto compacto.
Así, en la visita a los líderes se desplegó el mejor juego ofensivo de la temporada y sin embargo únicamente se obtuvo un gol, pero los postes y las ocasiones de superioridad no se convirtieron. En cambio, como anfitriones y pese a la goleada conseguida, se pasó por unos momentos de falta de ritmo y lentitud en la circulación de balón que de tener en frente a otro equipo más acertado, probablemente hubiese llevado la inquietud al grupo.
En definitiva, conviene centrarse en la finalización de las jugadas, mantener la intensidad e intentar eliminar esos altibajos durante muchos minutos, con lo cual se daría una sensación de más homogeneidad, algo para lo que se trabaja con vista al apretado calendario que se avecina en el festivo puente de la semana próxima.
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