Consagración de la completa remodelación de la Parroquia de Valenzuela
El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo,el vicario de la diócesis, veinte sacerdotes, entre ellos Vicente Castander, anfitrión del acto y principal artífice de esta remodelación, además de otros que ejercieron su labor pastoral aquí; autoridades civiles como el alcalde de esta población, así como la vicepresidenta de la Diputación y en torno al medio millar de personas, muchas venidas de ciudades cercanas, como por ejemplo de Cabra, lugar de origen del párroco de Valenzuela, se han reunido en la misa de consagración de la extraordinaria remodelación que se ha acometido del recinto religioso de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Este ambicioso proyecto comenzó en mayo de 2005, cuando después de la caída de parte del techo comenzó un amplio proyecto de obra con la intención de remodelar por completo el aspecto de nuestra parroquia; de este modo, el pueblo se juntaba en un propósito claro de todos a una, para lograr un resultado que emociona a creyentes y no creyentes. Desde el principio se ha intentado tomar como modelo la antigua iglesia de Valenzuela, aquella que fue demolida a mediados de los años setenta, y de la cual siempre se recuerda la polémica por dicha demolición, puesto que se ha considerado en todo momento y con el paso de los años aún más, que en todo caso debió remodelarse y no haberla tirado.
De tal modo, y después de dos años, mucho trabajo e ilusión por alcanzar la mayor semejanza con el citado templo, sus columnas, el retablo, la distribución de sus imágenes sagradas, se llega en suma, a una transformación plena del edificio y su estructura que ha alcanzado elementos de seguridad, suelo, ornamentación, techumbre de madera, iluminación, pintura y cuantos detalles se precisaron con el fin de culminarlo del mejor modo posible, pasando por tanto de la iglesia sobria y según muchos fieles funcional en exceso, hasta el modelo clásico, más acogedor y valorado en general.
En tal sentido, se sobrepasan los 40 millones de las antiguas pesetas de un presupuesto en el que han participado el obispado, muy significativamente el Ayuntamiento, y esencialmente el pueblo de Valenzuela y también los vinagorros que residen fuera, puesto que en mayor o menor medida todos colaboraron con las cuestaciones, donativos y aportaciones que han permitido que su parroquia vuelva a ser todo lo semejante que se pudo al templo que tanto se apreció en este municipio décadas atrás; hasta tal punto es así que muchas personas han apoyado de modo directo las tareas de la obra, poniendo tiempo, conocimientos y dinero para lograr el objetivo último, es decir, una iglesia del pueblo.
El colofón a tan intensa jornada consistió en una fiesta en los alrededores de la plaza de Valenzuela, donde se congregaron los participantes para disfrutar de una copa de confraternidad con la cual concluir un largo recorrido y mucho esfuerzo mediante los que se alcanzó el fin deseado.
2 comentarios
Anónimo -
Inma -
Sobrtodo a Don Vicente, te lo mereces!.
Un abrazo muy fuerte a todos los que lo han hecho posible.